Qué bello es vivir





George Bailey es un hombre que siempre ha ayudado a los ciudadanos de su pueblo, se sacrificaba por los demás mientras a duras penas mantenía a flote su empresa de empréstitos. Cuando cree haber perdido una gran suma de dinero, decide quitarse la vida, pero cuando está ante el abismo del suicidio aparece Clarance, su ángel de la guarda. Éste necesita hacer méritos para recuperar sus alas, y tendrá que convencer al bueno de Bailey, haciéndole ver lo que sería la vida de sus más allegados sin él.

Sabías que…
Estamos ante un clásico del cine y es la película que más se ha emitido en las televisiones de todo el mundo durante las fechas navideñas.
En esta mezcla de drama, comedia y fantasía, James Stewart hace uno de sus mejores papeles, aquí desplegó su lado más sensible y encantador en la gran pantalla y eso le valió para estar nominado al Oscar. Pero si hay algo que destaca por encima de todo lo demás, es la dulce sensibilidad que aporta Kapra a lo largo de toda la película. Parte de sus personajes son gente que lucha día a día por mantener a sus familias y procurar un bienestar a la gente que les rodea, despreocupados del propio egoísmo material.
El estupendo papel de Henry Travers haciendo de un ángel entrañable, también forma parte de la magia de esta maravillosa producción.
Al cine de Capra siempre se ha denominado como ingenuo, ternurista y demasiado bienintencionado. Precisamente “Qué bello es vivir” es la película que suele usarse para apoyar estas acusaciones.
Es la única película producida, financiada, dirigida y escrita por Frank Capra. Costó casi cuatro millones de dólares.
Los minutos de Oro
Aquí os dejo un fragmento de la película, exactamente el final, cuando todo el pueblo se a cerca hasta su casa para ayudarlo. La producción es sencillamente encantadora de principio a fin.

   
PELÍCULA